Córnea

Protege tus ojos

¿Qué es la córnea?

La córnea es la encargada de proteger el iris y el cristalino de nuestros ojos, se trata de una estructura ocular a través de la cual pasa la luz desde el exterior al interior. Las principales propiedades ópticas de la córnea son de refracción. La córnea es transparente, lo que hace que su función esté asegurada, además debe mantener una curvatura adecuada.

Se trata de la capa externa del ojo, por lo que la córnea es la primera lente que la luz se encuentra cuando penetra en el globo ocular. La córnea está formada por varias estructuras que le ayudan a proteger el ojo ayudando a que este tenga siempre una buena visión. Los párpados y las glándulas lagrimales se encargan de producir y distribuir la lágrima, y por otro lado están la conjuntiva y la córnea, las cuales tienen mayor sensibilidad a los factores externos que las pueden afectar.

Funciones de la córnea

La córnea tiene varias funciones, entre ellas la función de proteger al ojo de infecciones o traumatismos, evitando así que los gérmenes y bacterias penetren, lo cual podría ser perjudicial para la salud. La córnea ayuda a proteger esencialmente la órbita del ojo, el párpado, las lágrimas y la esclerótica, que es la parte blanca del ojo.

Se trata de una capa realmente importante, ya que la córnea es la encargada de controlar el enfoque y la luz que entra al ojo. Es la primera lente que conforma nuestro sistema óptico y tiene la responsabilidad de que nuestro ojo tenga potencia de enfoque o refractiva. De esta manera ayuda a que veamos las imágenes correctamente adaptándose a la visión de cerca y de lejos.

Enfermedades de la córnea

Existen varias enfermedades de la córnea, que pueden ser de tipo hereditario o adquiridas con la edad. Estas afecciones pueden llegar a modificar las características de la córnea, lo que provocaría una visión defectuosa.

Algunas de las enfermedades de córnea más destacables son los problemas creados en la superficie corneal como las alergias, las úlceras, las erosiones corneales o la queratitis.

Otra enfermedad que se puede dar es la conocida como el queratocono, la cual consiste en una alteración ectásica, produciéndose una deformación por la que la córnea va adelgazando de forma progresiva aumentando su curvatura y dando lugar a un astigmatismo irregular que se traduce en una importante disminución de la visión del paciente.

En Clínica Rementería contamos con una unidad médica especializada en patologías de la córnea. Ofrecemos un servicio integral: diagnóstico, pruebas preoperatorias, cirugía, seguimiento post-operatorio y revisiones periódicas.

Otras patologías de la córnea

Erosión corneal

Una erosión corneal se produce cuando se crea un defecto en la capa más superficial de la cornea, el epitelio. El tratamiento habitual es administrar gotas.

Una erosión corneal se produce cuando se crea un defecto en la capa más superficial de la córnea, el epitelio corneal.

La mayor parte de las ocasiones estos defectos son pequeños y se curan sin necesidad de tratamiento, pero en otras ocasiones son más extensos y requieren de tratamiento y seguimiento por parte de un oftalmólogo.

Los síntomas que acompañan cuando se desarrolla una erosión corneal son:

  • ojo rojo,
  • lagrimeo,
  • dolor,
  • sensibilidad a la luz (fotofobia) y
  • pérdida de visión.

El tratamiento habitual se basa en administrar medicamentos en gotas (colirios) en el ojo afectado: Emplearemos antibiótico para evitar sobreinfecciones, lagrimas artificiales para mejorar la lubricación del ojo y ciclopléjico para disminuir el dolor.

Este tipo de lesiones requieren seguimiento por parte del oftalmólogo hasta que el daño en el epitelio se ha curado por completo, pero son poco frecuentes los casos de erosión corneal que dejan algún tipo de secuelas en forma de opacidades o irregularidades en la córnea.

Dellen corneal

El Dellen son adelgazamientos localizados en córnea, constituyen una deshidratación localizada producida por la falta de humidificación del párpado.

El Dellen corneal son adelgazamientos localizados en la córnea, provocando una deshidratación producida por la falta de humificación del párpado.

El Dellen suele aparecer adyacente a elevaciones agudas como la ampolla de filtración conjuntival en cirugía de glaucoma, pterigium, pinguécula, quemosis postoperatorias, calcificaciones corneales periféricas, episcleritis, masas límbicos e hiposfagmo.

¿El dellen es un tipo de úlcera en la córnea?

NO, la diferencia con las úlceras es su rápido inicio, su falta de infiltración, su localización adyacente a elevaciones y su recubrimiento de epitelio intacto; El dellen corneal se produce por adelgazamiento estromal con preservación de todas las capas de la córnea.

Esta patología se puede detectar en los exámenes oftalmológicos rutinarios, haciendo una exploración minuciosa del recubrimiento del lagrimal como son los párpados y las elevaciones conjuntivales para que no exista una desecación de las áreas de la superficie. Normalmente los pacientes son asintomáticos y pueden notar sensación de enrojecimiento y ciertas molestias.

 

Su tratamiento supone basicamente en la hidratación corneal con lágrimas artificiales o lubricantes y tapando el ojo con parches. Por razones de estéticas, se puede sustituir el parche por una lente de contacto de gran diamétro como vendaje. Las mejoras son visibles en una o dos horas y el Dellen desaparecerá de 24 a 48 horas.

Queratitis infecciosa

La queratitis es una infección de la córnea. Es importante un diagnóstico y tratamiento precoz para evitar secuelas graves para la visión del paciente.

Se trata de la inflamación de la córnea por la invasión y multiplicación de microorganismos en su interior. La córnea es una estructura convexa y transparente localizada en la zona anterior del ojo. Es donde se colocan las lentes de contacto las personas que hacen uso de ellas. La infección ocular es una patología que ocurre con relativa frecuencia afectando a cualquier estructura del ojo. Nos centraremos en la infección de la córnea o queratitis infecciosa, por su elevada incidencia y la importancia de un diagnóstico y tratamiento precoces para evitar secuelas graves para la visión. Una infección corneal conlleva a la aparición de una lesión blanquecina (absceso). Tras su curación aparece una cicatriz que, si se localiza en el centro de la córnea, afectará seriamente a la visión. El ojo dispone de unos mecanismos de defensa naturales para evitar la infección de la córnea, pero en determinadas situaciones fallan (por un uso inadecuado de lentes de contacto, traumatismos, cirugías previas, automedicación, enfermedades generales, etc) y se produce la temida infección. Los microorganismos más frecuentes que producen la queratitis infecciosa son las bacterias, pero también pueden provocarla determinados virus, hongos y parásitos.

Si de repente empiezas a notar enrojecimiento del ojo, dolor, lagrimeo, te molesta mucho la luz y pierdes visión, es posible que tengas una queratitis infecciosa (especialmente si usas lentes de contacto, has sufrido un traumatismo recientemente en el ojo o te han realizado alguna cirugía en los ojos). En ese caso debes acudir urgentemente a un especialista en oftalmología para que te valore y determine si existe infección. La queratitis infecciosa es una emergencia médica que requiere iniciar de forma rápida un tratamiento agresivo contra el microorganismo causante, y así parar el proceso y limitar la posible pérdida de visión.

Antes de empezar a tratar la Queratitis, se debe tomar una muestra de la zona infectada para prodecer a su cultivo y saber exactamente que microorganismo está produciendo la infección. Normalmente con la aplicación de colirios específicos contra el microrganismo causante de la infección bastaría; pero en ocasiones tras su curaciónpuede aparecer una cicatriz que si se localiza en el centro de la córnea, se tendrá que intervenir con un transplante de córnea para devolver su transparencia deseada.

¿Qué tengo que saber si utilizo lentes de contacto?

Las personas que usan lentes de contacto tienen 6 veces más riesgo de desarrollar una queratitis infecciosa, sobre todo si se utilizan muchas horas al día o durante la noche. Es de suma importancia que las personas que usen lentes de contacto tengan una buena higiene de manos, utilicen de forma correcta las soluciones preservadoras, no abusen del uso de las lentillas, no se bañen con ellas, no duerman con ellas y se las quiten en cuanto noten molestias en los ojos. Esto último puede indicar que se han producido pequeñas heridas en la córnea y facilitar así una queratitis infecciosa. Por último, aquellos usuarios de lentes de contacto que empiecen a no tolerar su uso, pueden ser buenos candidatos a cirugía refractiva para limitar los riesgos de infección que supone utilizar lentes de contacto con una mala tolerancia.

Queratocono

El queratocono es una enfermedad congénita que afecta a la córnea, provocando una deformidad y un adelgazamiento progresivo de la córnea a lo largo del tiempo. La deformación de la córnea, producida por el queratocono, provoca un astigmatismo irregular que se traduce en una importante disminución de la visión del paciente.

La tasa y rapidez de la progresión del queratocono varia según el paciente, afectando normalmente a los dos ojos y mostrando sus primeros síntomas durante la pubertad.

El queratocono viene provocado por una deformación de la cornea que adelgaza su grosor de forma progresiva y aumenta su curvatura. Este proceso da lugar a la formación de un astigmatismo irregular que se traduce en una importante disminución de la visión del paciente.

La tasa y rapidez de progresión del queratocono es muy variable de unos pacientes a otros, pero generalmente es mayor en personas jóvenes.

El diagnóstico de queratocono se realiza de forma sencilla en una consulta de oftalmología mediante una prueba específica llamada topografía corneal. En ella estudiamos micra a micra características de la córnea como su curvatura, su espesor y su superficie anterior y posterior. Por otro lado, un paciente debe sospechar que puede tener queratocono si se producen cambios importantes y rápidos en la graduación de sus gafas o lentes de contacto, sobre todo en lo que se refiere al astigmatismo. En ese caso, debe acudir a una consulta de oftalmología para confirmar el diagnóstico mediante una topografía corneal como hemos comentado anteriormente.

En las primeras fases de la enfermedad, cuando la córnea no está todavía muy deformada, el paciente puede conseguir una buena visión con gafas.

Según avanza el queratocono, las gafas son incapaces de corregir el astigmatismo irregular y hay que recurrir a la adaptación de lentes de contacto rígidas. Sin embargo, las lentes de contacto no previenen la progresión del queratocono. Para detener el avance del queratocono y la deformación corneal hoy en día disponemos de dos técnicas quirúrgicas.

En primer lugar está el cross-linking corneal, que mediante la aplicación de una fuente de luz ultravioleta a la córnea permite fortalecer y reforzar su estructura y que adquiera una mayor rigidez.

En segundo lugar se encuentra el implante de anillos corneales intraestromales. Se trata de introducir en el interior de la córnea uno o dos segmentos semicirculares de material acrílico, con lo que disminuye la deformación corneal y el astigmatismo irregular, regularizando su superficie y frenando o retrasando la progresión del queratocono.

Actualmente el trasplante de córnea para el tratamiento del queratocono se reserva para casos muy evolucionados de la patología en los que otras opciones de tratamiento quirúrgicos no pueden ser utilizados.

Tratamientos para la córnea

Anillos corneales intraestromales para el tratamiento del queratocono

Los anillos o también denominados segmentos corneales intraestromales, se emplean para detener el avance del queratocono y la deformación corneal. Son de material acrílico y sección triangular, existiendo diferentes tipos en función de su longitud y espesor.

El éxito de este tratamiento depende en gran medida de una correcta y minuciosa exploración preoperatoria, en base a determinar con la mayor exactitud posible, que tipo de anillos o segmentos corneales debemos implantar y en que localización.

Los pacientes candidatos a la implantación de anillos corneales intraestromales son todos aquellos que presenten queratocono u otras causas de astigmatismo irregular, y que no toleren las lentes de contacto o presenten una deformación corneal tal que no les permita alcanzar una adecuada función visual.

Como en cualquier tipo de cirugía existen riesgos quirúrgicos, pero al tratarse de una cirugía potencialmente reversible, la gran mayoría de ellos son solucionables al retirar el anillo corneal.

Antes de implantar los anillos corneales es necesario crear un “túnel” en la capa central de la córnea (estroma), en Clínica Rementería empleamos el láser de femtosegundo (Wavelight FS200) para su trazado, consiguiendo una mayor precisión y seguridad a la hora de realizar dicho túnel que con la técnica manual habitual.

El tiempo de recuperación tras la cirugía es variable, pero normalmente al día siguiente se puede hacer una vida normal. No obstante, la visión puede fluctuar hasta el tercer mes después de la cirugía, momento en el que se alcanza la estabilidad.

El objetivo de este tratamiento es regularizar la forma de córnea deformada, deteniendo o retrasando la progresión del queratocono. Es habitual tener que utilizar gafas o lentes de contacto tras la intervención para alcanzar una visión óptima.

En este vídeo podemos ver como es una cirugía de implante de anillos o segmentos intraestromales para el tratamiento del queratocono.

  1. Creamos un “túnel” en la capa central de la córnea (estroma). Utilizando el láser femtosegundo, este proceso dura pocos segundos y conseguimos una mayor precisión y seguridad.
  2. Implantamos el segmento o anillo siguiendo el “canal” creado anteriormente.

Trasplante de córnea o Queratoplastia

La córnea es una estructura transparente que se encuentra en la zona más anterior del ojo y es imprescindible para una correcta función visual.

Cuando decidimos realizar un trasplante de córnea es porque se ha producido una enfermedad o una lesión irreversible que afecta a la forma o a la transparencia de la córnea y que además no es solucionable con otro tipo de tratamiento.

Algunos de las patologías que requieren de un trasplante de córnea son:

  • Infecciones graves, ya sea por virus, bacterias, parásitos u hongos.
  • Traumatismos importantes.
  • Enfermedades corneales de nacimiento como las distrofias o el queratocono (en los casos más graves)

El trasplante de córnea es una cirugía de una determinada envergadura que requiere de un seguimiento estrecho a lo largo de meses.

El postoperatorio no es doloroso, aunque si pueden presentarse molestias y la recuperación visual no es instantánea sino que es progresiva a lo largo de los meses durante los cuales el paciente tiene que seguir un tratamiento con gotas, y en ocasiones con medicamentos vía oral.

El resultado suele ser satisfactorio, aunque en ocasiones pueden presentarse eventualidades como el rechazo que pueden requerir la realización de un nuevo trasplante corneal.

Antiguamente, solo se realizaba un tipo de trasplante de córnea en el que se sustituía todo el espesor corneal; Esta técnica se denomina queratoplástía penetrante y se emplea en los casos en los que no podemos salvar nada de la córnea del paciente.

Hoy en día y gracias a la microcirugía ocular, existen los transplantes lamerales, que permite sustituir solo la zona de la córnea afectada por una sana, consiguiendo una recuperación visual mucho más rápida.

Existen dos tipos de Queratoplastias Lamerales:

  • Queratoplastia Lameral Anterior (DALK): cuando la parte afectada es la anterior a la córnea.
  • Queratoplastia Lameral Posterior o Endetelial (DSAEK/ DMEK): donde solo se sustituye una fina capa de la córnea.

DSAEK Transplante corneal endotelial

La córnea esta formada por cinco capas: epitelio, membrana de Bowman, estroma, membrana de Descemet y endotelio. De todas ellas vamos a fijarnos en las dos capas que sustituimos al realizar un trasplante corneal endotelial: la membrana de Descemet y el endotelio.

  • La membrana de Descemet es la encargada de impedir las deformaciones del tejido corneal mediante la distribución de la tensión de manera uniforme. Esta membrana tiene un indice de regeneración muy grande.
  • El endotelio es la capa unicelular que se encuentra en la superficie posterior de la córnea y es imprescindible para una correcta transparencia de la córnea. El endotelio es incapaz de regenerarse.

El edema corneal aparece cuando el endotelio se ve afectado, provocando la pérdida de transparencia corneal y la consiguiente perdida de visión.

Anteriormente la técnica más utilizada era la queratoplastia penetratante, en la que se reemplazaban todas las capas de la córnea (espesor completo) siendo numerosos los efectos secundarios de la cirugía como por ejemplo altos astigmatismos, resultados refractivos impredecibles o la rehabilitación lenta del paciente.

Actualmente la técnica más utilizada es la DSAEK (Descemet Stripping with Automated Endothelial Keratoplasty) o Queratoplastia Endotelial Automatizada con pelado de membrana de Descemet, en la que reemplazamos solo capa posterior de la córnea (Descemet y endotelio) obteniendo resultados refractivos mucho mas predecibles, con menor astigmatismo y reduciendo los tiempos de recuperación.

La queratoplastia endotelial (DSAEK) reemplaza solo las capas posteriores de la córnea del paciente (Endotelio y Descemet) y conserva el resto de capas, (Estroma, Bowman y Epitelio). Este hecho, permite a los cirujanos preveer de una forma mucho mas controlada los resultados refractivos (astigmatismo) tras la cirugía y además, consigue una importante reducción de los tiempos de recuperación del paciente.

En DSAEK podemos obtener el tejido donante, o lentículo, mediante una queratotomia, la cual puede realizarse de dos formas diferentes: La más común es mediante una un microqueratomo, pero en los últimos tiempos se ha incorporado una nueva técnica que utiliza el láser de femtosegundos, permitiendo que el tejido donante y el receptor se unan de una forma mucho mas homogénea.

Otra de las ventajas de la queratoplastia lamelar frente a la penetrante es la mayor facilidad de una posterior sustitución del disco donante en caso de fracaso.

Ortoqueratología

La ortoqueratología es un tratamiento clínico reversible basado en la modificación de la potencia del ojo por la presión ejercida por una lente de contacto y que se utiliza principalmente para reducir la miopía.

La ortoqueratología se basa en la modificación corneal (células epiteliales) producida por lentes de contacto de diseño especial.

Estas lentes aplanan de forma progresiva y sistemática la córnea, consiguiendo modificar su curvatura.

La ortoqueratología permite obtener buena visión sin corrección, pero es una técnica reversible. La estructura corneal es flexible, plástica y moldeable de modo, que al interrumpir el uso de lentes de contacto, volverá a su estado inicial. Por esta razón es necesario el uso de las lentes de contacto durante un número mínimo de horas (generalmente por la noche) para que se mantengan los resultados. Se trata por lo tanto, de una adaptación sencilla para el paciente.

La duración del tratamiento oscila entre una o dos semanas hasta un mes, dependiendo de cada caso concreto.

No se trata de una adaptación convencional de lentes de contacto, por lo que debe realizarse por Optometristas que cuenten con los equipos necesarios (fundamental topógrafo corneal) y realicen de forma exhaustiva controles periódicos, para asegurar una adaptación rápida, segura y predecible.

Estudios recientes han presentado resultados sobre la efectividad de la ortoqueratología en el control de la miopía en niños, ya que los resultados indican que los niños que compensan su miopía con lentes ortoqueratológicas tienen un menor crecimiento de su ojo, por lo tanto, es una opción válida para ralentí zar la progresión miópica en edades de crecimiento.

  • Pacientes miopes de hasta -6,00D  y astigmatismo menores a -1,50 D
  • Miopías evolutivas en niños, adolescentes y jóvenes (no existe restricción por edad). Control de la progresión miópica.
  • Pacientes con actividades incompatibles con el uso de gafas (deportes) o lentes de contactos (ambientes de polvo)
  • Personas que necesitan una buena visión sin utilizar corrección óptica (oposiciones)
  • Pacientes excluidos o que prefieren una alternativa a la cirugía refractiva.

La ortoqueratología puede beneficiar a la mayoría de las personas cuya refracción está comprendida en el rango adecuado. En cualquier caso es necesario efectuar un estudio personalizado previo y valoración de la motivación y disciplina del paciente para asegurar el éxito del tratamiento.

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Preguntas frecuentes

Preguntas frecuentes sobre las patologías pediátricas

Los niños que presentan un defecto de visión en los dos ojos lo manifiestan porque no miran directamente a los ojos, no mantienen la mirada fija, se acercan mucho a las cosas, fallan a la hora de coger algo pequeño…

El problema aparece cuando el defecto es sólo en un ojo porque el niño ve muy bien por el “ojo bueno” y no se queja de nada. Estos niños sólo pueden detectarse en una consulta oftalmológica o si los padres le tapan el ojo bueno y el niño llora (no ocurre si se le tapa el ojo malo).

En otros niños pueden verse manchas blancas dentro del ojo, que el niño aparece en las fotos con la cara girada siempre hacia el mismo sitio o nunca sale con los dos ojos rojos sino sólo con uno, parece que tuerce los ojos hacia dentro o hacia fuera, presenta un vaivén en los ojos o movimientos rápidos…

Las revisiones a todos los niños han demostrado ser ineficaces y sobre todo ineficientes pero, si quisiera llevar a mi hijo a una revisión y no sospecho nada, lo ideal es hacerlo a los 4 años, cuando ya ha empezado a leer y colabora mejor en la consulta.

 

Aunque los datos varían en función de la edad y de la raza, la presencia de defectos de graduación en la población general es casi universal, necesitemos gafas o no. Nuevamente, esto no justifica que tengamos que llevar a la consulta a todos los niños sino que los padres con graduaciones altas en sus gafas (aproximadamente por encima de 1,5 dioptrías de hipermetropía, 1,5 de astigmatismo y 2 de miopía), antecedentes familiares de enfermedades oculares (glaucoma, desprendimiento de retina, enfermedades degenerativas de la retina…) o alguno de los signos que hemos descrito anteriormente son suficientes como para justificar una visita al oftalmólogo.

Si el motivo de la consulta es el antecedente en la familia, podemos esperar de nuevo a los 4 años.

Si sospechamos que algo no va bien, deberemos acudir cuanto antes, independientemente de la edad.

 

Si el niño sigue los objetos que le mostramos, si mira cartones con dibujos o rayas que cambian de sitio, si coge bolitas pequeñas del suelo, si señala figuras muy tenues, dibujos o casitas pequeñas o si puede señalar la orientación de un “tenedor”, debemos suponer que lo ve.

Todos estos son test con distintos nombres propios pero evalúan lo mismo: la visión en un niño antes de que hable.

En niños de meses de edad, pueden realizarse pruebas objetivas muy parecidas al electroencefalograma (los potenciales evocados) pero se usan raramente. La mayoría de las veces confiamos en la exploración para “suponer” que un niño ve mal: si debería tener una hipermetropía de 2 y tiene 8, diga lo que diga el niño y tenga la edad que tenga, necesita gafas y ve mal.

Atropina
  • Lea el prospecto del colirio antes de aplicarlo.
  • No deje que la punta del colirio toque el ojo y otras superficies y déjelo bien cerrado para que se mantenga lo más estéril posible.
  • Es más fácil instilar el colirio si el niño esta mirando hacia arriba y desplazamos el párpado inferior hacia abajo para abrir más el ojo.
Otras recomendaciones a tener en cuenta sobre la Atropina en los niños:

La atropina causa una dilatación de la pupila (la parte negra dentro del ojo) en casi todos los casos. No se asuste, es normal.

Además el niño se quejará de visión borrosa, sensibilidad a la luz y dificultad en las tareas de cerca con ese ojo. También es normal.

Si lo desea puede utilizar gafas de sol.

Consulte a su médico si aparecen síntomas como: torpeza o inestabilidad, confusión o comportamiento inusual, mareos, piel seca, latidos rápidos o irregulares, fiebre, sofocos o enrojecimiento de la cara, alucinaciones, balbuceo, estómago hinchado, sed o sequedad inusual de la boca, sueño y cansancio o debilidad inusual.

Recomendaciones sobre gafas y Lentillas en los niños pequeños

Que su hijo vaya a llevar gafas puede parecerle una mala noticia pero no es así.

Con ellas, será capaz de desarrollar mejor la visión, captará mejor su ambiente y aprenderá más sobre lo que le rodea.

Debe tener en cuenta algunos aspectos:

  • La montura, en niños pequeños, debe ser de plástico para que no se rompa ni el niño se haga daño con ella. Debe ser ligera, flexible e irrompible.
  • Los cristales deben ser orgánicos porque son más finos, ligeros y seguros.
  • Debe ajustarse perfectamente. Para ello es conveniente una banda que la ajusta a la cabeza. No la apriete demasiado y fíjese en que no debe dejar marcas rojas ni en la nariz ni en las orejas. Las patillas no deben apretar por encima de las orejas ni deben quedar muy por detrás de ellas.

Otras recomendaciones a tener en cuenta sobre las gafas en los niños pequeños:

El oftalmólogo es el único que puede cambiar la graduación de las gafas en los niños pequeños.

Los niños mayores deben participar en la elección de la gafa.

La mayoría de los niños aceptan las gafas nuevas cuando se dan cuenta de que con ellas se ve mucho mejor el mundo pero, si tiene que motivar a su hijo, háblele de familiares o amigos que tengan gafas y, llegado el caso, de Harry Potter.

Al principio debe comprender que los únicos que pueden ponerle o quitarle las gafas son los adultos. Si él se las quita, vuélvaselas a poner con decisión. Las gafas no deben convertirse en un juguete o en un arma de manipulación.

Comience poniéndole las gafas cada vez más tiempo. Aproveche cuando el niño esté descansado y de buen humor pero prepárese para entretenerlo lo máximo posible para que no se quite las gafas. Haga una actividad que fascine al niño pero sólo si tiene las gafas puestas, si se las quita, deje la actividad.

Haga de las gafas una rutina. Por ejemplo, póngaselas por la mañana y quíteselas antes de la siesta. Hay que aspirar a que el niño lleve las gafas todo el día. Sea firme, no se deje ganar la batalla.

Si un niño necesita gafas, lo ideal es que las lleve hasta los 10 o 12 años, que es cuando termina el proceso de maduración cerebral.

Posteriormente, podremos esperar hasta los 18 o 20 años para poder operarse de miopía o hipermetropía.

Lo cierto es que los materiales de las lentes de contacto (lentillas) han mejorado mucho y ahora podemos recomendar su utilización en los niños a partir de los 9 o 10 años, sobre todo si mantienen la higiene y el cuidado adecuado que requiere una lente de contacto.

En niños deportistas o que tengan especial recelo en ponerse las gafas, puede ser una muy buena opción.

Ojo Vago: consejos para la correcta utilización del parche en los niños

  • Lo idea es que el parche vaya colocado sobre la piel las horas que le haya indicado su médico.
  • La frecuencia de cambio del parche es variable porque hay actividades donde los niños ensucian más el parche. Lo ideal es cambiar el parche cada día
  • Si apareciera irritación en la piel alrededor del ojo, podría usarse una crema hidratante varias veces al día sin que entre en el ojo. En estos casos, también puede colocarse el parche sobre el cristal de la gafa aunque hay que evitar que el niño mire por encima, por debajo o por los lados del parche porque eso haría que el tratamiento no fuera efectivo. Si lo hace, colocaremos de nuevo el parche en la piel.

Otras recomendaciones a tener en cuenta:

La mayoría de los niños aceptan el parche, pero si tiene que motivar a su hijo, háblele de piratas o incluso pónganse parche todos los miembros de la familia los primeros días.

Al principio debe comprender que los únicos que pueden ponerle o quitarle el parche son los adultos. Si él se lo quita, vuélvaselo a poner con decisión. El parche no debe convertirse en un juguete o en un arma de manipulación.

Comience poniéndole el parche cada vez más tiempo. Aproveche cuando el niño esté descansado y de buen humor, pero prepárese para entretenerlo lo máximo posible para que no se quite el parche. Haga una actividad que fascine al niño pero sólo si tiene el parche puesto, si se lo quita, deja la actividad.

Haga del parche una rutina. Cuando los niños llegan del colegio a casa es una buena oportunidad. Sea firme, no se deje ganar la batalla.

El ojo vago o ambliopía consiste en la pérdida de visión de un ojo sin una causa “orgánica” justificada. Habitualmente se debe a un estrabismo o a una graduación muy diferente en un ojo respecto al otro.

En el tratamiento del ojo vago lo primero que tenemos que tener en cuenta es que si el niño tiene menos de 8 años, no suele haber problemas para que la visión sea del 100%. Por otro lado, si el niño está entre 8 y 12 años, depende de la gravedad del ojo vago, pero normalmente también el tratamiento suele ser satisfactorio (1)

A continuación haremos un pequeño resumen de los diferentes tratamientos para el ojo vago de los niños.

Tratamiento del ojo vago en los niños

1. Parche en el ojo

Tapar el ojo bueno para que el malo trabaje es la alternativa más conocida, más evaluada, más segura y más efectiva en el tratamiento de la ambliopía u ojo vago. Hay muchos estudios que demuestran una clara mejoría de la visión y por tanto es el tratamiento más recomendado.

Cada estrabólogo tapa de una forma distinta (2) porque lo que no está claro es la pauta mejor para cada niño: tapar todo el día, tapar unos días un ojo y otros días el otro, tapar varias horas al día y el resto del día no… en función de la experiencia (3-7).

En el siguiente artículo puedes leer nuestras recomendaciones sobre el parche en los niños

2. Gotas de dilatar (Atropina)

La atropina es una gota que dilata la pupila del ojo bueno y por tanto el niño no ve bien con ese ojo. De lejos, normalmente utilizará el ojo bueno a pesar de estar dilatado, pero de cerca, como la visión es muy borrosa, el niño probablemente utilizará el ojo malo. Por tanto, tratar el ojo vago con atropina es como poner una especie de parche pero sólo para cerca (8,9)

3. Emborronar la gafa cambiando la graduación

En casos de ojo vago en niños mayores que no aceptan bien el parche y no quieren la atropina, lo adecuado es cambiar la graduación del cristal del ojo bueno para que la visión sea más borrosa. Esto que parece un poco raro, es una técnica muy efectiva para que el niño use el ojo malo pero siempre que mire por dentro de la gafa, no vale mirar por encima (10).

4. Terapia visual

El ojo vago es un problema de desarrollo visual y por tanto los ejercicios de terapia visual siempre van a venir bien. El problema entre oftalmólogos y ópticos es que, para hacer bien la terapia, en la mayoría de los casos es mejor hacerlo sin parche ni gotas.

5. Filtros de Bangerter

Son unos filtros translúcidos que se colocan en la gafa y que se usan más como mantenimiento que como tratamiento del ojo vago (11).

6. Acupuntura

En algunos estudios ha demostrado mejorar la visión del ojo vago. Consiste en colocar 5 agujas durante 15 minutos 5 veces a la semana durante 15 semanas. Su efecto no se ha estudiado bien en los niños y el mecanismos de acción es desconocido por lo que es un tratamiento que yo no recomiendo a mis pacientes (12,13).

 

 

Autor:

Director médico adjunto / (oftalmólogo)
Jefe de Sección de Córnea y Cirugía Refractiva

Número de colegiado/a: 2828/58118

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